
En 2008 Gonzales interpretó el disco en directo para un documental del canal Mezzo y mola bastante ver a un personaje así tocar de una manera tan original. Os dejo la primera parte a ver si os engancha. Salud y revolución.
Les decía que el sexo era importante y que no tenía por qué ser algo sucio.
- No malgasteis vuestra juventud – les decía -. No os masturbeis. Aprended a controlaros. Descubrid a las chicas. La vida será un fastidio si dejais que sigan tomandoos el pelo. Escuchadme y os dareis cuenta que ellas os quieren más de lo que vosotros las quereis a ellas. En eso consiste el arte del sexo entre el hombre y la mujer. Ellas pagarían por el tipo de hombre comprensivo, porque casi todos los hombres creen que a una mujer no le gustan los dulces como a él, que ella piensa que lo que él quiere hacerle es repugnante. Y entonces, cuando al final ella accede, él la trata como si ella fuera un receptáculo, como una máquina orgásmica. Ni siquiera le da unas palmaditas en la cabeza cuando acaba. Un viejo sabio me contó una vez una historia. Me dijo: “Si pruebas lo que te voy a contar, todas las mujeres que toques volverán a pedirte más dulces y te dirán que nunca les han hecho nada igual en toda su vida”. Esto es lo que me dijo el viejo, y yo, chicos, debería cobraros por estos consejos. Un día vendreis a casa y me ofrecereis dinero y me direis: “Vaya si tenías razón, Collette”.
» Lo que este viejo me dijo fue: para los que no tienen un talento natural, ahí van algunas buenas reglas para follar. Bésala. Juega un rato con ella. Luego inserta tu rama de menta, la punta solo, el capullo. Restriégala un buen rato por la raja, contra el clítoris, éntrala un poco y sácala, de abajo arriba y en círculos hasta que la hayas puesto caliente. Harás el amor así durante horas, besando, jugando, chupándole los pechos y toqueteando ese conejito precioso, hasta que empiece a suplicar. Entonces no arremetas sin más. Introduce el capullo amable y suavemente.
Todo aquello era impresionante viniendo de un adulto. Charles estaba ruborizado, pero Buddy sonreía, pues ya había escuchado todo eso antes. Ahora, en su madurez, él y Charles a veces hablan de aquellas conferencias.
Pa continuó:
- Cuando esté bien húmedo, empapando ya las sábanas, no se lo hagas en plan fenómeno blanco. La clásica follada de siempre, sin más. La mejor posición que encontró aquel viejo fue de costado, con ella tumbada de espaldas porque él era pesado. Ella ya se muere de ansia, pero tú sigues con las travesuras, dándoselo gradualmente. Quédate tiempo sólo lo suficiente para que sepa qué dulce tienes, pero retírate si intenta cogerlo, sal de todo y recorre los bordes de los labios. Entonces, de pronto, entra a fondo con todas tus fuerzas y déjala ahí, firme y tiesa, y mécete a ambos lados. Luego retírate, sácala casi toda. Juega. Muévela en cualquier dirección, pero tan delicadamente que ella apenas note que se mueve, Tensa y relaja los músculos. Eso a ella le da una sensación de latido. Empezará a intentar cogerla otra vez. Sácala. En cuanto desista y se acomode sobre sus nalgas, penetra con todas tus fuerzas, retrocede rápido, y ataca otra vez enseguida. No te muevas durante unos instantes cuando esté bien dentro. Mantén la tensión y mécete, luego retírate otra vez con suavidad. Esta vez deja que su carne mullida se aferre a ti; ella intentará seguirte y retenerte dentro. Ahora empezará a rogarte a ti y a todos los santos que le hagas lo mismo que antes. Nada de eso. Sigue jugando y provocándola un poco más. Si ella nunca ha hecho nada parecido, empezará a volverse loca, llorará y suplicará. Entonces... cuando tú lo decidas... dáselo otra vez, fuerte, deprisa, hasta lo más hondo. Entre y quédate allí y mécete de un lado a otro, bésala y mécela en un estrecho abrazo. Después empieza a relajarte y finge que te separas. Sácala. Y si ella no te agarra y ruega y te pide que por favor la folles a tu manera, ¡te pongo un Cadillac de esos en tu portal!... Bueno Charles, tú inténtalo con la próxima chiquita que te busques. Observa la diferencia en su reacción. A ver si no te dice estas mismas palabras: “¡Charles, nunca en la vida me lo habían hecho así!”. Y a ver si tú no querrás pagarme cincuenta o cien dólares por los resultados obtenidos.
“I think records were just a little bubble through time and those who made a living from them for a while were lucky. There is no reason why anyone should have made so much money from selling records except that everything was right for this period of time. I always knew it would run out sooner or later. It couldn’t last, and now it’s running out. I don’t particularly care that it is and like the way things are going.
“The record age was just a blip. It was a bit like if you had a source of whale blubber in the 1840s and it could be used as fuel. Before gas came along, if you traded in whale blubber, you were the richest man on Earth. Then gas came along and you’d be stuck with your whale blubber. Sorry mate – history’s moving along. Recorded music equals whale blubber. Eventually, something else will replace it.’’
En español:
«Creo que los discos fueron sólo una pequeña burbuja a través de los tiempos y todos los que se ganaron la vida con ellos durante un tiempo fueron afortunados. No hay ningún motivo por el que nadie debería haber hecho mucho dinero vendiendo discos excepto que durante ese momento en el tiempo todo estaba preparado para ello. Siempre supe que se acabaría más tarde o más temprano. No podía durar, y ya se está acabando. No es algo que me preocupe especialmente, me gusta cómo van las cosas ahora.»
«Esa época de los discos ha sido un accidente. Es como cuando tenías una fuente de grasa de ballena en 1840 y la podías usar como combustible. Antes de tener gas natural, si te dedicabas a lo de la grasa de ballena eras el tío más rico del mundo. Después llegó el gas natural, y te quedaste con la casa llena de tu puta grasa de ballena. Lo siento, amigo, la historia se mueve. La música grabada es como la grasa de ballena. Llegará algo que ocupará su lugar.»
fuente: http://www.newmusicstrategies.com/2010/01/18/brian-eno-on-records-and-blubber/