Desde la década de 1950, el mestizaje entre los ritmos de origen afro-caribeño con el soul y el jazz norteamericanos generó un sonido característico que se extendió por EEUU y América latina con el nombre de Salsa. A ello contribuiría, sin duda, la Fania Record, discográfica que agruparía en sus discos y giras a los mejores músicos de salsa y Latin jazz de la historia (Johnny Pacheco, Celia Cruz, Willy Colón, Tito Puente, etc.). Puesto que la Fundación Emilio Greenberg se jacta de contener en sus archivos a los mayores virtuosos de la música de los 60 y 70, considero que no podían faltar en este rincón de erudición musical los grandes maestros de la Fania, los señores Ruben Blades y Héctor Lavoe.
El amigo Blades, se caracteriza por su estilo comprometido socialmente, dedicando la mayoría de sus míticos temas a la figura del bandido, a la gente de la calle, y a la necesidad de revivir el sueño de Bolivar de unir y regenerar una latinoamérica independiente, sin interferencias europeas ni norteamericanas. Aunque su mejor disco fue Siembra (1978), con la colaboración de Willy Colón, con el video de "Juan Pachanga" les dejo una de las muestras paradigmáticas de lo que significa Ruben Blades: vientos de latin jazz; percusión y voz vibrantes, genuínamente salseras; y poesía popular e inteligente en las letras.
Hector Lavoe, grande entre los grandes, fue un cantante virtuoso y atormentado, con una vida trágica. Encumbrado a los altares de la salsa por su impresionante voz, su adicción a las drogas y una serie de acontecimientos tortuosos acabaron con su vida, arruinado y enfermo de SIDA, en 1993. A pesar de este final terrible, o precisamente por ello..., es un auténtico ídolo para la comunidad salsera, que en general lo considera el mejor cantante de salsa de la historia. De estilo menos "sofisticado" que Blades, sus letras suenan a arrabales, a pasión y a sangre caliente. Para que se hagan una idea del personaje, les cuelgo el video del mítico "Mi gente", en uno de sus conciertos en África con la Fania (1974).
En España (exceptuando Canarias, más cercana musicalmente a América que a Europa), esta música no ha terminado de sentirse como algo propio, a pesar de sus orígenes latinos. De hecho, se le otroga una calidad musical menor teniéndose incluso, por lo que he oido en Madrid, como un burdo instrumento para "ligar". Pues bien, aquí les dejo una breve recopilación de lo mejor de Lavoe y Blades para que, cuanto menos, tengan una idea exacta de lo que es la verdadera SALSA.
Si además les da por aprenderla a bailar, mis recios amigos visigodos; si logran sentirla fluir en la sangre al ritmo de la clave, mientras bailan con una linda morena de mirada ardiente y curvas vertiginosas; y si en pleno trance afro-cubano despiertan en la muchacha el deseo de seguir bailando en vuestra cama el resto de la noche ...¡¡¡pues podrán criticar la salsa con motivo!!!
Hace 5 años
2 comentarios:
Impresionante Vitto, vaya despliegue de pasión y sabiduría. Me quito el sombrero y reitero mi adicción a la causa salsera. La vida te da sorpresas...
jejeje, estais como una polla. Menos mal que gente como yo se mantiene cuerda!
Estrenando el piso nuevo (y tele y colchón), os saluda un incondicional, siempre vuestro.
Es tropicio
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