Finalmente se cumplieron los pronósticos y Barack Obama se ha convertido en el primer presidente nigga de la corta historia de los Estados Unidos de América. Personalmente, hubiera preferido un negro más oscuro, ya sabeis, algo más parecido a Miles Davis o a Samuel Etoo, pero bueno, bienvenido sea. Ahora sólo falta que en España tengamos un primer ministro gitano para que podamos decir bien alto que vivimos en un mundo multicultural donde todos sus ciudadanos tienen las mismas oportunidades.
Pero volviendo al tema de Obama, no puedo evitar haberme contagiado de ese entusiasmo global que se ha propagado por el planeta y que recibe el nombre de “Obamamania”. Su campaña, dicen los analistas, ha sido de las más inteligentes que se recuerdan, en gran parte debida a la apropiación de un motto que ya había dado grandes resultados a la selección española de fútbol, aquel histórico “Podemos” que mr. Barack ha aplicado en su traducción más literal.
En cualquier caso, las palabras que más podemos escuchar estos días en la prensa son “cambio”, “esperanza”, “punto de inflexión” y demás expresiones que invitan a soñar. Finalmente, Estados Unidos se ha convertido en un país amigo, un país generoso, dialogante. Se acabaron las decisiones unilaterales, se acabó la época del neoliberalismo, se acabó el embargo a Cuba, se acabó la privatización del sistema sanitario. Por acabar, hasta se han acabado las guerra de Irak, Afganistán y Palestina, por fin nos despediremos de Guantánamo e incluso, en muy corto plazo, no sólo se les abrirá la frontera a los mexicanos, sino que hasta es posible que Estados Unidos devuelva a México los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado, California, Nevada y Wyoming. Y siendo negro como es, mucho me extrañaría que, antes de finalizar su primer mandato, Obama no legalizase por fin la marihuana.
Personalmente pienso que este es el principio del afrofuturismo que profetizaba Sun Ra hace ya más de 30 años (curiosamente, también en Chicago) y cuyas bases tan genialmente quedaron plasmadas en 1974 en esa gran película llamada “Space is the place”, de la que no resisto poneros un fragmento aquí. En la vida real, Sun Ra estaba convencido de haber nacido en Saturno, y el argumento de este peliculón es la fundación de una nueva civilización negra en un lejano planeta de una galaxia perdida:
Para celebrar el cambio he compilado un pequeño popurrí de temas relacionados con todas estas ideas que han estado rondando mi cabeza durante estos históricos días y que hoy os expongo aquí. Algunas de estas canciones ya os serán conocidas, pero creo que alguna que otra os sorprenderá. Aquí os lo dejo.
Dicho esto, sólo falta repetir con el pueblo americano los nombres de esos cuatro grandes grupos:
5 comentarios:
jajajja, nunca viene mal un poco de escepticismo en medio de tanto regocijo global
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Obama/nos/convoca/cambiar/mundo/elpepiopi/20081108elpepiopi_5/Tes
Qué fuerte... ¿Creeis que Sartorius lee Greenberg? :-)
Gracias por tu comentario. Siempre animan a colgar algo nuevo. ;)
Joder, al final va a ser verdad todo lo que se decía aquí: http://www.youtube.com/watch?v=wQr9ezr8UeA&feature=rec-HM-r2
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